martes, 27 de octubre de 2009

Una vuelta por Cazorla

Bien que merece la pena disfrutar de unas horas por Cazorla y sus alrededores. Y esto fue, precisamente, lo que hicimos Laura, Luis Carlos y yo este pasado fin de semana.
Nos fuimos el sábado, un pelín tarde, pero las obligaciones hay que cumplirlas y por esa razón salimos casi a las dos de la tarde. Tuvimos que parar en Úbeda, donde comimos y unos treinta minutos mas tarde ya nos encontrábamos en Burunchel, donde nos alojaríamos.
Sin perder mucho tiempo, nos dirigimos a La Iruela, donde nos dimos un bonito paseo por sus intrincadas callejuelas y contemplamos su magnífico castillo. Desde allí, subimos a Riogazas, al pie de las cumbres del Gilillo. Aquí hay un mirador con fantásticas vistas de Cazorla y un encantador hotel de montaña en lo que antaño fuera una casa forestal.






Volviendo por el mismo camino , paramos en uno de los tres miradores llamados de la Virgen de la Cabeza, para contemplar una preciosa puesta de sol y regresar a La Iruela para bajar posteriormente a Cazorla. Ya en el pueblo nos dimos un paseo aprovechando la suave temperatura que hacía a pesar de estar prácticamente en Noviembre.









Llegado el momento, nos dispusimos a cenar y lo hicimos de una manera informal y a base de variadas y suculentas tapas en uno de los muchos bares que tiene Cazorla.
Nos retiramos a nuestros aposentos en Burunchel y hasta otro día.
Ya en Domingo, tras tomarnos unas tostadas , tamaño XXL, de rico pan de pueblo y exquisito aceite de oliva virgen extra, hicimos una inmersión algo mas profunda en la sierra:











Obligada parada en el mirador del puerto de las Palomas, desde el que se divisa el valle del Guadalquivir, mini caminata por la Cerrada del Utrero, paseo por el puente de las Herrerías y desde allí iniciamos la ruta hasta el nacimiento del río Guadalquivir, de forma infructuosa, ya que nos volvimos casi llegando, pues la pista se encontraba cada vez en peor estado y al ir en turismo, no nos la quisimos jugar.







Para comer, volvimos a Burunchel, en el mismo hotel donde nos habíamos hospedado, degustando unas exquisitas chuletas de cordero segureño y trucha al tomillo así como sendas sopas de ajo y picadillo, respectivamente. Tras la sobremesa nos bajamos a Cazorla para concluir nuestra corta pero provechosa visita, paseando por sus calles y plazas y disfrutando de la belleza de un pueblo sin par.






Links relacionados:


http://www.turismoencazorla.com/

http://www.cazorlaapiedefoto.blogspot.com/

http://www.panoramicacazorlense.blogspot.com/




Luis Carlos Arias Palomares

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